La mamarrachada parece no tener preferencia política. Primero fueron algunos progresistas, luego siguieron otros y ahora se sumó Ni-Es, que hace Oídos Sordos a pesar de sendas notas en diferentes medios, donde la población pide que se respete el espacio público con la cartelería, pero por sobre todo con las pintarrajeadas de mal gusto, que se conservan mas allá de las elecciones.
Tal vez algunos dirigentes políticos piensan erróneamente que a más bizarro el cartel, más votos cosechará.
Niez no tuvo en cuenta siquiera las columnas de alumbrado y los cordones recién pintados por el municipio en la zona T y pensó que eran el fondo ideal para estampar su corto apellido, el cual pone en juego por tercera vez y con un fracaso asegurado al ir con boleta sin gobernador.
Niez pinta, el contribuyente paga
El dirigente conservador, sin siquiera haber traspasado las PASO, ya les hace gastar a los contribuyentes de Concordia en reparar el daño ocasionado con su mal gusto.