Por Carlos Alberto Sánchez
En este día muchos se reunirán alrededor del busto de Evita en nuestra ciudad en ingreso al Barrio de la Bianca, donde se fijó el sitio luego que un Intendente peronista hace 30 años, se negara restituir el busto de EVITA en plaza Urquiza de donde fuera arrancado y arrastrado por el gorilage de la revolución fusiladora del 55, para luego destejar sus cobarde hazaña en las Instalaciones del Club Progreso de nuestra ciudad.
La idea original, pensada por José María Lima, Rubén Bonelli y yo, hace 30 años ya, era la de volver a colocar y restituir el Busto de Evita en la Plaza Urquiza, pero por temor a la protesta antiperonista y gorila, se decidió colocarlo en La Bianca.
Hoy se cumple un aniversario más del natalicio de un niña de condición humilde en los Toldos Provincia de Buenos aires, su crecimiento fue surcado por los prejuicios de la época moldeando un carácter sensible pero al mismo tiempo firme con el que junto a su figura frágil y sonrisa radiante, serian la llave que le abrirían los espacios de los tiempos de la historia transcurriendo hasta nuestros días, elevándose hasta donde los vientos alcanzan un rincón de ese universo insondable, que trasciende la existencia material y brilla lo auténticamente real, como son aquellos espíritus inquebrantables.
Así siento la figura de EVITA, nuestra abandera , la que supo calar en el corazón del pueblo su RAZÓN DE VIDA, su compromiso con la humanidad, con el prójimo, nuestro prójimo, con el excluido, con el niño desvalido, con los descamisados, con los GRASITAS como ella con amor llamaría..
Hoy pensando en ella, me brota desde lo más profundo la desazón de comprender que hombres y mujeres con responsabilidad de gobierno, los que debían hacer valer su legado lo han traicionado en todos los planos sin que nadie esté dispuesto a renunciar no solo a los honores, sino que se han transformado en la diáspora que significa los egoísmos que nos degradan como seres humanos, que nos disminuyen como personas, transformándonos en seres pequeños detrás de quimeras transitorias, cargadas de ambiciones personales tan profundas que ni siquiera queda espacio para la existencia de un alma que no ocupa un lugar material, pero también se, que mientras exista un obrero de en esa patria postergada que la recuerde, ella seguirá exigiendo se cumpla con su legado, con su razón de vida.
Hoy no podría decir, FELIZ CUMPLEAÑOS COMPAÑERA porque no hay nada feliz en el territorio de la patria, sus hijos, sus descamisados, sus grasitas tienen que soportar con angustia el pesar de no encontrar nada que se asemeje a ella, que no queda nada de ella más que su historia, su pasión de vida, donde que los utilitaristas la han transformado en un sentimiento que solo da VOTOS, colocándola en ese lugar donde solo cause tranquilidad a los gorilas y la antipatria, en un lugar que no moleste, donde solo se trate conseguir un cargo en una estructura liberal opresora, desde donde a los humildes de la patria se les arroje un subsidio en lugar de derechos, trabajo y dignidad.
Pero no todo está perdido, todavía quedan las banderas de la Fe y del amor que hacen fuerte a los pueblos, en especial a los trabajadores, ese pueblo que finalmente no tendrá otra alternativa que recoger su nombre y llevarla a la victoria.