El dólar blue pegó un fuerte salto en su cotización el martes de esta semana. Trepó $8 y pasó de $386 a 394. Esto significó un nuevo récord para el ilegal, que incluso superó al MEP -descendió hasta los $386, algo que en el sector financiero no registraban desde el 8 de marzo pasado-. El mercado tiene sus lógicas, pero también sus intereses. En un año electoral, cada actor utilizará las herramientas que tenga a mano para influir en el devenir de las administraciones estatales.
Claro está, algunos sectores tienen un poder de fuego mayor al momento de generar incertidumbre y pergeñar una desestabilización. La crisis financiera internacional apareció en el esquema geopolítico como la excusa perfecta para impulsar la eyección del valor del tipo de cambio paralelo, que genera alteraciones en gran parte de la economía. Igual es, solo eso, un excusa. Tras el velo del factor extranjero, aparece un eje de componente local.
Así como la mención a los mercados esconde tras ese mote a personas de carne y hueso con responsabilidades y preferencias, las estadísticas que aparecen exponiendo distintos incrementos tienen también a sus ejecutores. La inflación generada por especulación de los sectores concentrados de la economía tiene, a fin de cuentas, un origen y una consecuencia política. Se trata de presiones que regulan según el gobierno o la medida que les pongan enfrente, pero que tienen por finalidad una acumulación ganancial, tanto de dinero como de poder.
ESPECULADORES EN VARIOS FRENTES
Hay precios que son elevados en movimientos claramente especulativos con el objetivo de corroer los cimientos del gobierno nacional y la gestión que lleva adelante para desacelerar la inercia inflacionaria.
En febrero, los precios al consumidor subieron en promedio un 6,5% respecto al mes anterior. Los datos corresponden al Instituto Provincial de Estadísticas y Censos de Santa Fe.
En la medición interanual -es decir, entre febrero del año pasado e igual mes de este año- el Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió 98,6%; mientras que en el primer bimestre del 2023 la inflación acumulada fue del 12,5%, una cifra que anualizada arrojaría un aumento de precios del 75%: inferior al 94,8% registrado en 2022, pero superior al alza de 60% que el Gobierno previó para este año.
Los números marcan algunos datos a atender. Al segmentar por rubros, se advierte que el mayor aumento se dio en “Alimentos y Bebidas” (8,7%); seguido por “Vivienda y servicios básicos” (7,2%); y “Atención médica y gastos para la salud” (6,6%). Estos sectores aplicaron aumentos de gran impacto a nivel social y carecen de inocencia, su repercusión política es directa.