El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció este miércoles una “movilización parcial” de reservistas para la guerra en Ucrania, cuyo territorio invadió hace siete meses y donde sus tropas sufrieron reveses militares recientemente en el campo de batalla. También dio su apoyo explícito a las “votaciones” anunciadas por los líderes prorrusos de los territorios ocupados para anexionarse a Rusia y, con referencias expresas a los “diversos medios de destrucción” con los que cuenta, ha asegurado que “utilizará todos los medios a su alcance para proteger” su territorio. “No voy de farol”, agregó.
El mandatario ruso anunció la medida en un discurso esperado, que duró siete minutos y fue retransmitido este miércoles por la mañana. No llegó a declarar un reclutamiento nacional completo. “Para proteger a Rusia, su soberanía e integridad, considero necesario apoyar la propuesta de movilización parcial”, dijo Putin. “Solo los ciudadanos que actualmente están en la reserva estarán sujetos al reclutamiento obligatorio y sobre todo aquellos que sirvieron en las filas de las fuerzas armadas y tienen ciertas profesiones militares y experiencia relevante”. Aseguró también que los llamados al servicio militar recibirán “una formación militar adicional” y “el estatuto y las prestaciones de los que prestan servicio por contrato”.
El jefe del Kremlin firmó este miércoles el decreto, que está redactado de manera amplia, sobre “la declaración de movilización parcial”. “Las medidas de movilización comenzarán hoy”, aseguró Putin.
Poco después del anuncio, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, afirmó que los reclutas y los estudiantes no serán movilizados, y que solo estarán sujetos a ello quienes hayan prestado servicio, tengan formación militar y experiencia de combate. Según indicó en una entrevista televisada, unos 300.000 reservistas serán llamados a filas.
El abogado ruso Pável Chíkov señala que el decreto firmado por Putin está redactado “de la forma más amplia posible” y cree que permite la movilización de un número ilimitado. Según explicó en su canal de Telegram, el Ministerio de Defensa decidirá a quién, de dónde y en qué cantidad enviar a la guerra, y establecerá cuotas de movilización para cada región de Rusia. Los gobernadores serán responsables de su aplicación. “Las órdenes de movilización las recibirán los reservistas: son hombres que sirvieron en el ejército y que firmaron un contrato para permanecer en la reserva”, dice.
El decreto no dice que solo los militares de reserva están sujetos al servicio militar obligatorio, según recoge el medio independiente Meduza. Tampoco especifica una fecha de finalización de la movilización. Además, parte del decreto no fue publicado, en concreto el párrafo número siete. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que se refiere al número de movilizados.
La medida llega en un contexto en el que Putin recibe presión interna por las malas noticias en el frente tras la contraofensiva ucraniana que obligó a sus tropas a retirarse de parte del territorio ocupado. Las fuerzas rusas experimentaron escasez de personal durante la invasión. El impacto que puede tener la medida en el campo de batalla es una incógnita. Hay expertos que han cuestionado que una movilización rusa tenga efecto inmediato en términos de detener el avance de las tropas de Kiev, y algunos también resaltaron los problemas de equipamiento y logísticos a los que se enfrenta el Ejército ruso. También hubo informaciones sobre la baja moral entre algunas tropas. La Cámara Baja del Parlamento votó este martes a favor de endurecer las leyes contra la deserción y la rendición.
En una entrevista con Associated Press, el analista político ruso Dmitry Oreshkin señaló que el anuncio no caerá bien en la población del país. “La gente evadirá esta movilización de todas las formas posibles, sobornará para salir de esta movilización, abandonará el país”.
“No voy de farol”
Durante el discurso, Putin arremetió contra Occidente –que apoyó a Ucrania con armas, dinero e inteligencia–, al que acusó de “ir demasiado lejos” y de un supuesto “chantaje nuclear”. “Quiero recordarles que nuestro país también dispone de diversos medios de destrucción, y algunos son más modernos que los de los países de la OTAN”, dijo. “Cuando la integridad territorial del país se vea amenazada, sin duda utilizaremos todos las armas a nuestro alcance para proteger a Rusia y a nuestro pueblo. No voy de farol”.
Autoridades ucranianas y occidentales tomaron la medida de Putin como una señal de debilidad. El asesor del presidente ucraniano, Mijailo Podolyak, afirmó en declaraciones a Reuters que la movilización anunciada por Putin es un paso predecible e impopular y subraya que la guerra no se está desarrollando según el plan de Moscú,. “[Es] Un llamamiento absolutamente predecible, que parece más bien un intento de justificar su propio fracaso. Está claro que la guerra no va de acuerdo con el escenario de Rusia y, por lo tanto, requirió que Putin tomara decisiones extremadamente impopulares para movilizar y restringir severamente los derechos de la gente”.
El ministro de Defensa británico, Ben Wallace, declaró este miércoles que la movilización y la “anexión ilegal de partes de Ucrania” son una “admisión de que su invasión está fracasando”. “Él y su ministro de Defensa enviaron a decenas de miles de sus propios ciudadanos a la muerte, mal equipados y mal dirigidos. Ninguna amenaza ni propaganda puede ocultar el hecho de que Ucrania está ganando esta guerra, la comunidad internacional está unida y Rusia se está convirtiendo en un paria mundial”.
Shoigu reconoció que hasta ahora han muerto 5.937 militares rusos en Ucrania, una cifra muy inferior a las estimaciones occidentales sobre las pérdidas de Moscú. Se trata de la tercera vez que Rusia informa sobre sus bajas. La última actualización fue a finales de marzo, cuando el Ministerio de Defensa afirmó que 1.351 soldados rusos habían muerto en Ucrania.