El fin de semana largo con la ciudad a tope de turistas le dio un marco especial a esta saga de ataques que, sin amenazas previas ni pedidos de dinero contra los dueños de los lugares atacados, todavía se investigan como hechos de intimidación pública cuyos móviles no pueden superar la vara de las conjeturas. En este contexto fueron ayer las autoridades policiales de la ciudad quienes convocaron a la prensa para brindar, ayer a la tarde, su parecer sobre la situación y exponer alguna de las hipótesis con las que estarían trabajando.
De repente
A las 23.40 del domingo la plaza Lucio Fontana de 27 de Febrero al 800 estaba tan colmada como de costumbre con gente pasando la noche sobre el césped o las escalinatas. La previa del feriado del lunes, último fin de semana largo del año, le había brindado a la noche la posibilidad de extenderse un poco más. En ese clima muchas personas hacían fila en el local de comida Jorgito Junior’s para cenar ahí mismo o bien cruzar a la plaza. Todo tranquilo hasta que, de repente, los tiros.
El primer aviso a la policía indicó que dos hombres que circulaban en moto por 27 de Febrero gatillaron en movimiento contra el negocio donde varias personas esperaban su turno para hacer sus pedidos, cenar ahí mismo o llevarse la comida. El local no tiene ventanales ni puertas, sino que el mostrador donde se realizan los pedidos está casi en la vereda.
Luego de los balazos la clientela optó por correr o tirarse al piso. Como consecuencia del fugaz atentado dos adolescentes de 16 y 18 años resultaron baleados, pero ayer ya estaban fuera de peligro. Los fiscales de la Unidad de Balaceras ordenaron al gabinete criminalístico de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) para levantar rastros, tomar testimonios y relevar cámaras de vigilancia de la zona. En la escena se levantaron cuatro vainas servidas y se constataron dos impactos en el frente del local.